Esta es la misma interrogante que a diario se pregunta todo padre de familia, pero es la misma que no podrán responder nunca, y el motivo, es muy simple: por muy buen o mal padre de familia que sea, se está olvidando que una vez fue también como su hijo UN ADOLESCENTE, y es allí donde va la gran pregunta que se hace todo adolescente: ¿A caso alguna vez no fue como yo?
Estas 2 interrogantes son la clave principal para empezar a pensar y a saber distinguir muchos factores, y para ser más explícitos, hablemos en general: no es lo mismo ser estricto que inflexible, pues se debe recordar que todo tiene su límite, pero también su comprensión. Tampoco podemos confundir el corregir a tu hijo, que faltar a su integridad como persona. Es cierto que cuando no se entiende a la buena, pues entonces será a la mala, pero eso no podemos combinarlo con un acto de agresión psicológica, ni mucho menos como un acto de rebeldía.
Todos tenemos un hasta aquí, pero para poder expresar lo que sentimos, debemos primero: aprender a decir las cosas, saber tratar a una persona, y por último, saber tener paciencia y comprensión. Los sentimientos de toda persona siempre están en todo momento, y cualquier palabra puede herir más que una acción.
En la actualidad, aun se sigue dando esta clase de problemas en todo hogar, sin embargo, muchos grupos de capacitaciones para jóvenes y padres, están combatiendo estos incidentes, pero hay que tener algo bien en claro: no es lo mismo oír, que escuchar, y tal vez sea aquello lo que no deja que todo lo aconsejado se ponga en práctica, así que por muchas charlas que se den, nada servirá, sino se logra concientizar tanto como a los adolescentes como a sus padres.
Otro factor que no se puede dejar pasar, es la falta de comunicación ya que en ocasiones, por el temor que provoca un padre de familia hacia su hijo, se deja de dar esta relación muy importante entre los 2. La solución solo sería la siguiente: “escucha a tu hijo cuando menos se lo merezca porque será cuando más te necesite”. Si eres hijo solo medita esto: “todo padre/madre tiene la razón, aunque ante nuestros ojos no sea así”
Para culminar, podría dejar algo bien en claro, desde mi punto de vista de joven: <<es verdad que somos hijos, y que estamos bajo el cuidado de nuestros padres, sin embargo eso no significa que para que nos corrijan, deban de tomar una postura bastante intolerable, pues así como ellos somos seres humanos, y para nosotros, algo más importante que las acciones, son los sentimientos, los mismos que demostrarán lo cuan valiosos somos para ellos. Respeto mucho toda decisión de todo padre y madre, pero no comparto, que gracias a eso, tengan el derecho no dejar de lado un poco su autoridad. ¡Todo joven pide solo comprensión nada más!