Si bien es cierto entre equipos de fútbol siempre hay rivalidad por ser el mejor, lo cual se transmite a sus fanáticos. Lo que sucede ahora es que sobrepasa de una rivalidad amistosa a un “ataque” entre equipos, con imágenes ofensivas, insultos, grafiti en las paredes, etc... O, a un fanatismo excesivo, llegándose a tatuarse el logo de su equipo o a sus jugadores.
Incluso se han visto casos más graves, de gente asesinada porque se dijo algo ofensivo del equipo al que pertenece, también muchas peleas y riñas fuertes.
Un vivo ejemplo es el de Barcelona y Emelec, que es el más notable hasta ahora, lo que causo el Domingo 04 de noviembre del año pasado la muerte de un hincha del Barcelona por causa de unos disparos de un Hincha del Emelec. La víctima (Michael M. de 20 años hincha del Barcelona) y otros 30 hinchas amarillos se desplazaban desde el cantón Durán, a pie, hasta el estadio de Barcelona. En el puente de la Unidad Nacional, en el tramo de ingreso a Guayaquil, se encontraron con un grupo de hinchas de Emelec. Según la Policía, en ese lugar se habría producido un intercambio de disparos.
A mi parecer, todo lo que es fanatismo se convierte en un problema. Convierten los equipos en una especie de “campo de batalla” y salen completamente de lo que verdaderamente importa, El deporte.
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