LA BULIMIA.
Durante la adolescencia los jóvenes sufrimos muchos cambios tanto a nivel físico como psicológico. En esta etapa de la vida se va formando nuestra apariencia física madura y terminamos de definir nuestra personalidad. Justo en esta etapa es donde creemos enfrentar serios conflictos a nivel personal, o de la sociedad. Muchos de los jóvenes sufren graves problemas como puede ser atravesar por un trastorno alimenticio como lo es la bulimia, esta enfermedad es tan compleja como peligrosa e incluso podría acabar en la muerte. Si se enfrenta a un desorden alimenticio y psicológico como este lo más recomendable es acudir al médico cuanto antes, ya que mientras más rápido lo visiten más posibilidades de recuperación puede tener.
La bulimia es un trastorno tanto alimenticio como psicológico, este se da de la siguiente manera: los jóvenes sienten gran ansiedad por alimentos altos en calorías por lo cual ingieren un “atracón” de alimentos en un corto tiempo, cuando acaban la ansiedad se intercambia por “culpa” esta los lleva a querer eliminar de forma desesperada las calorías ingeridas, ellos intentan purgarse mediante el “vómito auto provocado” o con diuréticos, otros realizan ejercicios físicos repentinos y excesivos. Los síntomas que presentan los bulímicos son tanto físicos como psicológicos, físicamente presentan: problemas en el estómago acompañados de sangrado debido a las constantes purgas, trastornos menstruales, pérdida del esmalte dental debido a los ácidos presentes en el vómito y llagas en la boca. Psicológicamente presentan: Ansiedad, depresión, dificultad en las relaciones con otras personas e incluso abuso de drogas y alcohol. Esta enfermedad puede darse en los dos sexos pero generalmente la poseen mayormente las chicas, debido a que la sociedad de hoy en día es muy materialista, prejuiciosa e influenciada por las apariencias. Hoy en día crean el estereotipo de una mujer perfecta como una chica “alta, extremadamente delgada, con grandes senos y glúteos y un cutis envidiable”. Las jóvenes generalmente se obsesionan con llenar las expectativas por lo que muchas veces llegan a este punto en el que distorsionan su propia imagen física con tan solo verse al espejo, creen estar gordas, ser imperfectas e incluso buscan el mínimo defecto físico y se llaman “gordas y feas” a sí mismas. Es principalmente nuestra sociedad la que nos empuja a esto con sus grandes estereotipos y sus millones de prejuicios.
Para concluir podemos decir que está a más de ser una de las enfermedades más comunes entre adolescentes también es una de las más peligrosas y mortales. En estos casos se emplean tratamientos que generalmente acaban en terapias psicológicas y familiares, dietas nutricionales, medicamentos, etc. Tanto en esta como en otras enfermedades es de vital importancia la actitud de los padres, el apoyo y la unión familiar, los afectados necesitan de mucha atención y de sentirse queridos. Una de las mayores recomendaciones es que una vez detectada la enfermedad se sigan los procedimientos impuestos por el médico y que los padres se armen de paciencia porque la recuperación suele ser lenta y dificultosa. Los adolescentes debemos entender que un “hermoso físico” no lo es todo, nuestra salud es mucho más importante, aprendamos a querernos y valorarnos como somos.