Nuestra Joven Corresponsal de IBEC, Andrea Posligua, estudiante del Colegio femenino Espíritu Santo, nos deleita con un interesante artículo acerca del embarazo en la adolescencia.
En la actualidad como sociedad, estamos viviendo una crisis de valores. Las adolescentes que fluctúan entre edades de doce a dieciséis años, se encuentran ante una crisis de valores, y profundizando en el tema que está de moda, “embarazo no deseado en menores de edad”, se preguntan: ¿Qué está ocurriendo en el hogar? o ¿Qué ocurre en el interior del sistema educativo?.
Ante estas interrogantes, se desearía llegar a un entendimiento mediático, para de esta manera poder erradicar, o por lo menos bajar el alto porcentaje que aumenta periódicamente.
El gobierno, a través de los Ministerios de Educación y Salud, ha organizado un mecanismo de campañas, dedicado a concientizar a la población juvenil. Lo desarrolla mediante publicidades, medios televisivos, charlas y algunas otras estrategias. Todo este esfuerzo, intenta despertar una conciencia social respecto al tema, pero esta gran problemática no se resuelve tan solo mediante campañas o medios de comunicación.
Corresponde empezar desde el hogar, y se lo dice debido a que en muchas de las casas, la formación en valores está sufriendo una considerable ausencia de los mismos. También se nota también la falta de “cultura del diálogo”, lo que como familia, permite dar un soporte a nuestra formación y crecimiento. Aunque, como ya es de conocimiento de todos, este problema es una vieja letanía, es el reflejo de lo que ocurre en el hogar, el resultado de conflictos emocionales que conllevan a la no efectiva toma de decisiones, las que afectan de gran manera en la vida diaria.
Entendiéndose por ello que afecta no sólo el plano personal, sino también el plano profesional. Es aquello que ya se dejó de lado y que hacía que los progenitores formen parte de la vida de cada adolescente, que estén pendientes de cómo se sienten, de cómo ven el mundo y la complejidad de lo que encierra la vida de cada una de ellas, que sientan su apoyo incondicional.
Esta es la parte que se desea que vuelva, esa preocupación de los padres por sus hijos, un interés verdadero y que no sea remplazado por regalos, que lo único que hacen es originar hijos irresponsables y no sólo eso, sino hijos buscadores de ese carente cariño paternal.
Está de más imaginar que todas las adolescentes les agrada ser tomadas en cuenta, es una peculiaridad que poseen las mujeres, pero si estas no sienten ese afecto o aprecio, ven la forma de que alguien más les transmita ese cariño u aprecio que nadie se los está suministrando.
La consecuencia de este desinterés de los padres y seres que las rodean, son las de conocimiento general: violencia y falta de respeto a su integridad, a sus derechos y por último, a perder la libertad de expresar y de ser quien en realidad son.
En una entrevista realizada a la coordinadora del DOBEIS del Femenino Espíritu Santo, Ximena Vivar Moreno, contestó ciertas interrogantes:
· ¿Por qué cree usted que exista una alta incidencia en los embarazos entre adolescentes?
Podría ser por la búsqueda de aceptación por parte de otras personas.
· ¿Cuáles son las primeras manifestaciones que suelen presentar las adolecentes que padecen de este problema?
Cambios abruptos en personalidad y conducta.
· Desde su punto de vista, ¿cómo cree usted que se pudiera evitar este problema tan frecuente hoy en día?
Mediante un cambio de mentalidad en el aspecto de auto valorarse y en el caso de la mujer aprender a apreciarse.
En conclusión, todo se encuentra en nuestras manos. Como padres, preocuparse por sus hijos y en el caso de los hijos o hijas, es cuestión de saber expresarse, de saber lo que valen y que al sentirse lo más importante, no callar nunca ante la adversidad.