¨No hay amor más grande, que el que da la vida por sus amigos¨, esta frase dicha por Jesús hacía ya miles de años tiene todavía un significado tan grande para todos quienes decidimos vivir una vida de misión, alegría y fe compartiéndola con los demás. Es así que, dentro del Oratorio María Auxiliadora con los niños de “Año Bíblico” decidieron visitar la Casa Hogar “Cristo Rey” ubicado en la ciudad de Cuenca.
La visita se realizó el día sábado, 31 de mayo del año en curso, con la coordinación de Sor Rosita Núñez. El grupo de 60 niños llego a este hogar dispuesto a brindar todo su amor a esos abuelitos que pasan por diversos problemas y necesitan la compañía de alguien más. Los llenaron con sus cantos y entusiasmo y luego compartieron con ellos un pequeño refrigerio. La Srta. Doménico Astudillo, una de los cuatro catequistas que acompañaron a los pequeños, nos dice que fue una experiencia muy buena ya que aquí pudo conversar con estas personas y así darse cuenta de su realidad, ella aprendió a valorar lo que tiene en su hogar, sobre todo a sus padres y nos dice además que se dio cuenta que puede aportar mucho más al mundo y así lo hará desde ahora en adelante.
Esto es una muestra más de que el amor de Dios reina entre nosotros y más cuando ayudamos a alguien. A través de estas acciones nosotros podemos aprender mucho, nos dejan lecciones de vida que nos sirven para ser mejores personas, y a nosotros como jóvenes, nos brinda la oportunidad de tener una mejor visión del futuro pensando en el compartir de un corazón especial y lleno de amor.