En la tertulia jovial de todos los días, la sociedad celebra los chistes e inventos de los amigos. Mientras en una esquina las palabras medio dichas, de aquellos que solo buscan una imagen perfecta, llegan a los oídos de los afectados. La verdad, camuflada entre la alegría grupal, aparece y las lágrimas ciñen el camino en dirección a la depresión.
La depresión es frecuente en todas las personas a nivel mundial. Este problema se genera por las dificultades de la vida cotidiana como también por el complejo del aspecto físico.
En el sistema social se trasmite el ideal de la perfección física, los mayores vendedores de esta idea son algunos medios de comunicación y las empresas de publicidad. Modelos altas y delgadas son los moldes que copia e idealiza el público como la imagen perfecta.
Al pasar los años, la sociedad se interesa más por su apariencia, tanto así que las personas parecen valer más por su imagen que por su forma de ser. Estos estereotipos de belleza ocasionan en los ciudadanos: depresión.
Carla Mero, estudiante de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Santo Domingo considera que algunas instituciones de comunicación solo buscan enriquecerse pero no valoran el daño que le hacen al receptor. Hay personas que se consideran menos que los demás porque no pueden alcanzar una figura cercana a la perfección.
En algunas investigaciones sobre contribuciones biológicas, familiares y psicológicas se descubrió que la aparición de trastornos alimenticios es el resultado de la publicidad. Por ejemplo, en los años 50 las mujeres desfilaban anchas caderas, con voluptuosas piernas y en los años 90, se modelan cuerpos como resultado de la bulimia o anorexia.
Por la insatisfacción física aparece una serie de actividades para mejorar la apariencia y de la misma forma se crearán oficios para moldear los sentimientos.
La perfección no existe todo es resultado de cirugías, mucho maquillaje, programas de las computadoras. El ser humano debe entender que está en la tierra por una misión, cada uno es dueño de cualidades y defectos.
En el caso de la depresión, antes de decidir es necesario acudir donde una persona especializada en el tema. El encierro puede convertirse en el peor amigo, en estos casos es preferible salir, conversar, descubrir que allá afuera hay gente por quien luchar, sueños que cumplir y problemas que superar.
Cada persona decide si vale por el físico o por los sentimientos…