Jóvenes que utilizan a la música como ayuda y salida de la sociedad moderna-fragmentada y rutinaria.
Empezamos a notar un acercamiento a lo antiguo y clásico por la búsqueda de lo perfecto, sensible y pasional. Así es como los adolescentes, incluyéndome, describen a la música barroca.
La música barroca empieza desde el año 1600 con la aparición de la ópera y termina con el fallecimiento de Johann Sebastian Bach en 1750.
Generalmente, la palabra barroco, en términos etimológicos significa “miedo al vacío”. Por eso, la música del barroco, tanto del temprano, medio y tardío, desprendía en sus canciones, historias magníficas que se cuentan a través de esta manifestación artística tan asombrosa, brillante y fascinante.
Músicos de Italia, Francia, Inglaterra, España y Alemania se caracterizaron por corresponder al arte musical. Tenemos a Bach, Vivaldi, Corelli, Monteverdi, Händel, Rameau y algunos más de una lista muy larga.
La música barroca utiliza la policoralidad y una forma de estar en ataques, por parte del solista, la orquesta y viceversa.
Hablando de instrumentos, el oboe forma parte de esta época, al igual que el violín, la flauta y el clavecín. Un dato interesante es que, en esta época, el violín estaba elaborado con cuerdas de tripa de oveja, así sonaban mejor.
También, había distintos tipos de arco. Arcos encorvados, arcos más largos y cortos. Cada uno para mejorar y controlar el sonido, la vibración. En cuanto a la técnica, los violinistas que buscan interpretar música del barroco solo utilizan la parte de abajo del arco para perfeccionar el sonido.
Todo esto escuché en una clase de música antigua, que al asistir, pude observar a muchos jóvenes más. Con esto me quedó claro que se está rescatando lo clásico, lo antiguo.
Nuestros deseos como adolescentes, son que esta música no se olvide porque la podemos llamar humana, es decir, parte fascinante del intelecto humano.