En el mundo este tema es de gran polémica, pero primero que nada tenemos que aclarar qué son los Derechos Humanos.
Los Derechos Humanos son los derechos que tenemos por el simple hecho de ser humanos, tales como derecho a vivir, estudiar, tener nuestra propia opinión y a respetar la opinión de los demás.
Pero en el mundo existe una gran hipocresía, por ejemplo en el caso del aborto.
En nuestro país, Ecuador, se está buscando legalizar el aborto en caso de violación, y aquí se reconoce la declaración de los derechos humanos, en la cual consta que TODO ser humano tiene derecho a la vida, entonces ¿en qué tipo de mundo vivimos si se deja de lado y se ignoran los derechos de ese ser que está en el vientre de su madre?
De acuerdo a una encuesta realizada con alumnos del Colegio Espíritu Santo, 8 de 10 personas están en contra de que se legalice el aborto. Éstas son algunas de las opiniones de los alumnos encuestados:
"Estoy en contra, porque pase lo que pase, ese bebé tiene tiene derecho a nacer." -Lía Vélez (II Bachillerato)
"Estoy en contra, después de todo, igual es un ser humano." -Gustavo Solís (III Bachillerato)
"Es un ser vivo, todos merecemos vivir." -Angello Alvear Da Silva (10mo de básica)
Otro tema bastante polémico es el de la cárcel de Guantánamo, una prisión de máxima seguridad ubicada en la Base Naval del gobierno estadounidense en Cuba.
Como es de conocimiento público, la sede de la ONU (Organización Naciones Unidas) está ubicada en Estados Unidos. Siendo así, ¿cómo es posible que un país tenga un centro de detención violando todos los derechos humanos, donde el maltrato va más allá de los actos inhumanos, donde a los prisioneros se les niega totalmente sus derechos legales, son sometidos a torturas y prácticas humillantes, se haga llamar un país de libertad e igualdad para todos?
A pesar de las cosas que esas personas hayan hecho, el trato que reciben es inconcebible, porque incluso ante los ojos de la sociedad es algo realmente injusto, y a pesar de que se dice que todos "son tratados de acuerdo a su condición, edad, sexo, religión, etc", la realidad es que se les niega todo, se les humilla, maltrata, tortura, e incluso hay personas que ya han cumplido su pena y no son liberados o ni siquiera saben porque están ahí.
En la declaración de los Derechos Humanos también se reitera que todos debemos ser tratados con igualdad, sin discriminar a nadie y respetando la opinión del resto, sin importar su condición social, sexo, raza, creencias, ideologías políticas, entre otras cosas.
Pero la realidad es que ni siquiera nosotros mismos respetamos esto, ya que predominan los prejuicios y los dogmas que cada uno ha aceptado y aprendido desde pequeño.
Tenemos que aprender a tratarnos bien entre todos, a respetar la opinión y las ideologías de cada persona, porque todos somos diferentes, pero también somos iguales ante los ojos de Dios, y nadie es mejor o peor que el otro, sino que depende de cada uno ser mejor persona cada día, viviendo en paz y armonía los unos con los otros, sin prejuicios ni críticas, sino aceptando las virtudes y defectos de cada individuo.