En la vida de Maín hay muchos símbolos que tiene un significa especial, este año se decidió tomar tres de ellos para la celebración del triduo, el mismo que comenzó con la oración, llave del corazón. Presentando cantos, lecturas, dramatizaciones y oraciones, las priostes nos dejaron el mensaje de que la oración, es la llave, la cual siempre tiene que estar presente en nuestro día a día, puesto que, si oramos con fe podremos llegar a acercarnos más a Dios, pero también llegaremos a conocernos a profundidad, descubriendo nuestros defectos y virtudes, y de esta forma podremos darnos cuenta que la oración es un instrumento infaltable, porque a través de ella encontraremos fortaleza para superar cada uno de los obstáculos. Para finalizar el primer día de este triduo, se compartió con todas, la florecilla, en la cual, todas las estudiantes se comprometieron a rezar una ave María al medio día, para así, poner en práctica lo antes reflexionado.
“Mantén el fuego encendido. No permitas que se apague”, una de las frases que María Mazzarello solía repetir, y con la cual, se inició el segundo día de este triduo. El símbolo que se presentó esta vez, fue el fuego, el cual representa el amor a Dios que todo corazón debe sentir. Además, se recalcó que María fue la persona que hizo que varias jóvenes nunca apagaran el fuego de sus corazones, por el contrario, lo ayudo a extenderse más. Terminando este día, las priostes nos dejaron como misión encender una vela en nuestra casa, como símbolo de la luz que nos guiara hacia el camino de la santidad.
Para finalizar con el triduo, se presentó como símbolo al jardín, que con sus múltiples colores hacen referencia a los valores que hacen crecer a una persona. Este símbolo fue elegido, ya que, para Maín (María Mazzarello), representó su infancia, porque ella creció en los campos de Mornese, los cuales estaban llenos de frutos y flores, que alegraban ese hermoso paisaje. De la misma manera, es que nuestro corazón debe estar adornado por valiosas virtudes que son como las flores, que deben ser cultivadas para así, ponernos al servicio de todos quienes nos rodean.
La fiesta en honor a María Mazzarello terminó, con una Eucaristía en donde se hizo presente el carisma salesiano, mediante alegres canciones y reflexiones, que nos dejaron el mensaje de que nuestro corazón es como una ventana, la cual debe abrirse para poder divisar un paisaje bello, alimentado por la palabra de Dios y adornado por valores y actitudes. El compromiso de esta Eucaristía fue, que la santidad si es posible hoy, y se puedo lograr con la vivencia de nuestras acciones diarias, pero con amor y responsabilidad.
Para continuar con el programa, se llevó a cabo el concurso “Quien sabe, sabe con Maín”, el cual se dividió en tres categorías. En la primera participaron desde cuarto hasta sexto de educación básica, resultando como ganadoras sexto “A”; en la segunda categoría, que va desde séptimo hasta noveno de educación básica, las ganadoras fueron noveno “A”; como última categoría, participaron los décimos de educación básica hasta los terceros de bachillerato, y las ganadoras fueron segundo Bachillerato ciencias “A”. Además, las pequeñas de la institución vivieron esta fiesta, mostrando su amor hacia Maín, mediante dibujos, los cuales fueron premiados por su creatividad. Este programa estuvo acompañado de canciones y bailes interpretados por las priostes, quienes que con broche de oro cerraron esta original fiesta salesiana.
Durante estos cuatros días, todos quienes forman parte de esta institución, pudieron revivir y reflexionar de forma profunda sobre la vida de esta gran santa, María Mazzarello, quien tenía como amores a la Eucaristía, María Auxiliadora y la juventud pobre.
Se despertó el sentido de ser salesiana, a través de la película de Maín, la misma que tiene un mensaje juvenil y nos invita a vivir sus enseñanzas entregándonos por completo a la misión a la que Dios nos llama y con la cual podremos dar respuesta a su proyecto de amor.
Paula Doménica Astudillo Goyo
Unidad Educativa Salesiana María Auxiliadora